Introducción:Práticamente todos los incendios son pequeños en su origen y podrían extinguirse fácilmente siempre que existiera a mano la cantidad suficiente de agente extintor de tipo adecuado para aplicarlo con rapidez. Los extintores portátiles se destinan a atender esta necesidad.Los extintores portátiles son la primera línea de defensa contra el fuego y debe quedar establecida su necesidad, independientemente de otras medidas de lucha contra el fuego.Los primeros extintores portátiles auténticos aparecieron a finales del siglo XIX. Eran dispositivos de ácido y base, construidos originalmente a base de botellas de cristal que contenían el ácido que, al romperse, lo introducían dentro de cilindros metálicos que contenían la disolución básica. La acción química resultante producía el gas en cantidad suficiente para expulsar la disolución.Los extintores de agua activados por cartucho fueron intruducidos a finales de la década de los años 20. Como contenían una disolución de cloruro cálcico, podían instalarse en zonas carentes de calefacción, lo que les daba ventaja sobre los extintores de ácido y base. En 1928 se propuso una solución salina de metales alcalinos para ser empleada en extintores activados por cartucho. Al extintor se le llamó de chorro sólido. En 1959 aparecieron los extintores de agua con presión incorporada. Aunque eran muy superiores a los ácidos y base y a los de agua activados por cartucho, tanto desde el punto de vista operativo como de mantenimiento, se tardó más de diez años en que éstos extintores lograran aceptación general. Gradualmente, los extintores de presión incorporada sustituyeron a los modelos activadas por cartucho. En el año 1917 se desarrollaron los extintores de espuma. Mezclando agua con una solución de sal alcalina y con otra de sal ácida era posible producir un agente extintor, refrigerante y sofocante, adecuado para emplearlo contra los fuegos de combustibles sólidos normales y de líquidos inflamables. Inicialmente, para lograr la estabilidad de la espuma se añadía a la solución de sal alcalina, cola en polvo de origen animal. mas tarde la cola de origen de animal fue sustituida por extracto de regaliz. el aspecto físico y las características de funcionamiento de los extintores de espuma se parecen mucho a las de los de ácido y base. sin embargo, al descargarse la solución de espuma se expande(en proporción aproximada de 8 a 1) produciendose una materia espesa y burbujeante. el empleo de los extintores de espuma creció gradual y continuamente con el paso de los años hasta que, en los años 50, los extintores de polvo comenzaron a tener una aceptación mas amplia.en 1969 se suspendío en los estados unidos la fabricación de todos los tipos de extintores de funcionamiento por inversión (de ácido y base, de espuma y activados por cartucho=. estos extintores no aparecen ya en la lista de productos hamologados o aprovados por los laboratorios de ensayos.Extintores líquidos vaporizables (HALON): uno de los productos químicos que se emplearon inicialmente (en 1908) en los extintores portátiles fue el tertacloruro de carbono (CC14). los vapores de CC14 resultaron ser demasiado tóxicos y cuando se aplicaban al fuego se originaban productos de descomposición, como el ácido clorhídrico y el fosgeno, mas tóxicos todavía. Después de la Segunda Guerra Mundial, se introdujo un producto similar pero ligeramente menos toxico, el clorobromometano (CH2 CIBr),y comenzó a emplearse al término líquido vaporizable para designar a los agentes extintores de ese tipo. A principios de la década de los 50 , varios oganismos federales prohibieron su empleo por razones toxiológicas. Esta prohibición, combinada con la disponibilidad de agentes extintores más aptos y menos peligrosos, produjo su rápida desaparición. A mediados de los 60, el gobierno federal, muchos estados, ayuntamientos y numerosas firmas industriales prohibieron el empleo de cualquier tipo de extintor de líquido vaporizable. A finales de los 60, se suspendió su homologación por los laboratorios de ensayos.No obstante, en un gran número de países, se adoptaron composiciones de halón menos perjudiciales.Los agentes extintores halogenados ( Halones) son hidrocarburos simples, entre los que podemos mencionar el trifluor-bromo-metano, más conocido comunmente como halón 1301, -CF3 Br-Al igual que los polvos químicos, actúa sobre las especies activas, presenta la ventaja de ser un agente extintor potente y limpio (no deja residuos), lo cual se contrapone con una gran limitación, que es la toxicidad de los halones, es por eso, que por lo general, se utiliza para la inundación de recintos cerrados o centros de cómputos, sin personas, o luego de su evacuación. En muchos casos, si su concentración en el aire es muy pequeña, se lo puede utilizar en ambientes abiertos.Estos agentes se denominan mediante una nomenclatura numerica, Halón ABCD, donde:A: número de carbonos del hidrocarburobase.B: número de átomos de Fluor.C: número de átomos de Cloro.D: número de átomos de Bromo.Así por ejemplo:HALON 1301: Trifluor-bromo-metano/ CF3 BrHALON 1011: Cloro -bomo-metano/ H2CCLBrHALON 1211: Bromo-cloro-difluor-metano/ CBrClF2HALON 1001: Bromuro de metilo H3CBrSELECCIONES DE LOS EXTINTORESDebe evitarse la selección e instalación de extintores, por razones exclusivas de clasificación nominal, precio relativo o afirmaciones de su propaganda. Para garantizar la máxima protección, deben valorarse cuidadosamente las características de los extintores y los peligros especiales que plantee la instalación en que deban montarse.La selección del extintor portátil más adecuado para la situación dada depende de:
El tipo de materias combustibles presentes que pudieran incendiarse;
La gravedad previsible de un posible incendio (dimenciones, íntencidad y velocidad de propagación)
La eficacia del extintor respecto al riesgo presente;
La facilidad de empleo;
El personal disponible para manejar el extintor y su capacidad física y reacciones psicologícas, influidas por el adiestramiento recibido;
Las condiciones de temperatura ambiental y otras concideraciones atmosféricas especiales (viento, corrientes, presencia de vapores...);
Adecuación del extintor a este medio ambiente;
Las reacciones químicas desfavorables previsibles entre el agente extintor y los materiales incendiados;
Los aspectos de seguridad operativa y de salubridad respecto al usuario durante los trabajos de lucha contra el fuego,
Las exigencias de cuidados y mantenimientos que requiera el extinto.
Los extintores portátiles están calculados para el ataque de fuegos de magnitud reducida y su provisión es necesaria y deseable, aunque el edificio esté protegido por rociadores automáticos, puestos de incendio interiores u otros sistemas fijos de protección.
Los extintores portátiles están calculados para el ataque de fuegos de magnitud reducida y su provisión es necesaria y deseable, aunque el edificio esté protegido por rociadores automáticos, puestos de incendio interiores u otros sistemas fijos de protección.
La selección inicial del extintor respecto a su tipo y la capacidad se basa en los riesgos que presente la zona que deba proteger .
La instalación, mantenimiento y empleo de extintores portatiles, establece tres niveles de riesgo, lo que proporciona un método simple para la determinación de la magnitud probable de un incendio en estado incipiente con relación a su gravedad potencial:
Riesgo ligero: Cuando la cantidad de materias combustibles o líquidos inflamables presentes es tal que puede preverse que los posibles incendios serán de pequeña magnitud. En este nivel pueden incluirse oficinas, iglesias, salones de conferencias, centrales telefónicas, etc.
Riesgo ordinario: Cuando las cantidades de materiales combustibles y líquidos inflamables presentes son tales que pueden preverse que los posibles incendios serán de magnitud modera. entre estos locales pueden incluirse los almacenes y salas de ventas de establecimientos comerciales, sales de exposición de autómoviles, aparcamientos, industrias de transformación, talleres de aprendizaje y almacenes no clasificados como de riesgo extraordinario.
Riesgo extraordinario: Cuando la cantidad de materiales combustibles o de líquidos inflamables presentes hagan preve que los posibles incendios serán de gran magnitud. En esta clasificación pueden incluirse los talleres de carpinteria, talleres de reparación de automóviles, talleres aeronáuticos, almacenes con materias combustibles apilados en altura ( más de 4,5 m en pilas compactas o más de 3,50 m en pilas que contengan espacios libres horizontales) y zonas donde se realicen procesos tales como manipulación de líquidos inflamables, pintura, baños de inmersión, etc.
La clase de riesgo influye sobre el tipo de extintor que se escoja, así como su tamaño o capacidad de extinción. Es decir, los extintores de presión incorporada con capacidad de 10 litros o los de bombeo de agua tienen una clasificación de 2-A y son aptos solamente par la protección contra riesgos ligeros u ordinarios. Cuando existen condiciones de riesgos extraordinarios, los extintores portátiles de polvo polivalente, con clasificación de 3-A a 40-A, proporcionan el grado de protección necesaria.
El tipo de materias combustibles presentes que pudieran incendiarse;
La gravedad previsible de un posible incendio (dimenciones, íntencidad y velocidad de propagación)
La eficacia del extintor respecto al riesgo presente;
La facilidad de empleo;
El personal disponible para manejar el extintor y su capacidad física y reacciones psicologícas, influidas por el adiestramiento recibido;
Las condiciones de temperatura ambiental y otras concideraciones atmosféricas especiales (viento, corrientes, presencia de vapores...);
Adecuación del extintor a este medio ambiente;
Las reacciones químicas desfavorables previsibles entre el agente extintor y los materiales incendiados;
Los aspectos de seguridad operativa y de salubridad respecto al usuario durante los trabajos de lucha contra el fuego,
Las exigencias de cuidados y mantenimientos que requiera el extinto.
Los extintores portátiles están calculados para el ataque de fuegos de magnitud reducida y su provisión es necesaria y deseable, aunque el edificio esté protegido por rociadores automáticos, puestos de incendio interiores u otros sistemas fijos de protección.
Los extintores portátiles están calculados para el ataque de fuegos de magnitud reducida y su provisión es necesaria y deseable, aunque el edificio esté protegido por rociadores automáticos, puestos de incendio interiores u otros sistemas fijos de protección.
La selección inicial del extintor respecto a su tipo y la capacidad se basa en los riesgos que presente la zona que deba proteger .
La instalación, mantenimiento y empleo de extintores portatiles, establece tres niveles de riesgo, lo que proporciona un método simple para la determinación de la magnitud probable de un incendio en estado incipiente con relación a su gravedad potencial:
Riesgo ligero: Cuando la cantidad de materias combustibles o líquidos inflamables presentes es tal que puede preverse que los posibles incendios serán de pequeña magnitud. En este nivel pueden incluirse oficinas, iglesias, salones de conferencias, centrales telefónicas, etc.
Riesgo ordinario: Cuando las cantidades de materiales combustibles y líquidos inflamables presentes son tales que pueden preverse que los posibles incendios serán de magnitud modera. entre estos locales pueden incluirse los almacenes y salas de ventas de establecimientos comerciales, sales de exposición de autómoviles, aparcamientos, industrias de transformación, talleres de aprendizaje y almacenes no clasificados como de riesgo extraordinario.
Riesgo extraordinario: Cuando la cantidad de materiales combustibles o de líquidos inflamables presentes hagan preve que los posibles incendios serán de gran magnitud. En esta clasificación pueden incluirse los talleres de carpinteria, talleres de reparación de automóviles, talleres aeronáuticos, almacenes con materias combustibles apilados en altura ( más de 4,5 m en pilas compactas o más de 3,50 m en pilas que contengan espacios libres horizontales) y zonas donde se realicen procesos tales como manipulación de líquidos inflamables, pintura, baños de inmersión, etc.
La clase de riesgo influye sobre el tipo de extintor que se escoja, así como su tamaño o capacidad de extinción. Es decir, los extintores de presión incorporada con capacidad de 10 litros o los de bombeo de agua tienen una clasificación de 2-A y son aptos solamente par la protección contra riesgos ligeros u ordinarios. Cuando existen condiciones de riesgos extraordinarios, los extintores portátiles de polvo polivalente, con clasificación de 3-A a 40-A, proporcionan el grado de protección necesaria.
Los extintores son muy importantes debemos tenerlos en nuestros hogares y trabajos. Nos brindan seguridad, en caso de que se presente una emergencia.
ResponderEliminarMantenimiento extintores Granada